Lo que vas a leer a continuación es el resultado de mi propio proceso mental combinando reflexiones, experiencias y valores.

No se ha usado ninguna Inteligencia Artificial para llegar a las siguientes conclusiones.


Mientras escribo esto, no han pasado ni 24 horas desde que se anunció el lanzamiento de la nueva versión de Chat GPT.

En unas horas, mi feed de Twitter se inundó de llamadas a la acción, de exclamaciones y gente contando lo que podía hacer; todos compartiendo el mismo video.

A la vez, salió esto enseñando cómo Google Workspace ha integrado la Inteligencia Artificial en toda su plataforma para que a partir de ahora puedas, básicamente, pedirle cualquier cosa y la haga por ti (o que te ayude mucho en el proceso)

Y, unas horas antes de publicar esto, ha ocurrido lo mismo con Microsoft 365 Copilot.

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👉 Disclaimer: Es un buen momento para dejar claro que no soy en absoluto una hater. He visto suficiente para creer que estamos siendo testigos de una revolución, que esto puede cambiar muchas cosas a futuro y, en lineas generales, estoy emocionadísima.

Creo que hay ciertas cosas que tienen a la gente muy hypeada que realmente luego no serán para tanto, y también que se está usando para cosas un poco absurdas 🤫.

Pero soy consciente de la herramienta tan poderosa en la que puede llegar a convertirse como apoyo al proceso creativo.

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Pero a la vez, no puedo evitar pensar en La Corriente.

En la sensación que a mí me dio hace unos días simplemente entrar en twitter; fue como tirarme a un río de aguas caudalosas donde toda la información me parecía igual y lo único que sentía era sobrecarga cognitiva.

(no, ni siquiera diré FOMO. Hay una linea finísima entre el FOMO y la saturación, y últimamente se está cruzando mucho y demasiado rápido)

Y me hizo pensar.

Si ahora mismo YA estamos experimentando esa sensación de monotonía, de similaridad entre los mensajes, de voces diluidas, mismas fórmulas, mismas listas de herramientas…

¿Cómo puede llegar a ser una realidad en la que generar (ni siquiera diré «crear») “contenido” va a ser cuestión de hacer un par de peticiones a una máquina?

¿Dónde ni siquiera vas a tener que hacer la búsqueda de lo que quieres copiar, sino que hasta el mismo copypaste lo van a hacer por tí?

Puedo ver todas las posibilidades, pero también me preocupa visualizar un mundo lleno de irrelevancia, simpleza, fast-food intelectual del peor y donde el contenido nos va a —literalmente— ahogar.

Dónde vamos a tener que hacer verdaderos esfuerzos por sacar el grano de la paja, por encontrar en todo ese “contenido” algo valioso, útil, que lo distinga del resto y que de verdad nos nutra mentalmente.

No puedo evitar pensar en la importancia de la perspectiva, del punto de vista.

En un futuro en el que el “contenido” ya no es sólo una commodity, sino que literalmente va a ser lo único que veamos a nuestro alrededor cada vez que interactuemos con una interfaz, el recurso más escaso y valioso será el contexto✨, el filtro a través del cual vemos la realidad y que influye en cómo la entendemos y le damos sentido.

👁️ La lente a través de la cual ves el mundo

Tu perspectiva es el punto de vista que sólo tú puedes dar.

El conjunto de tus experiencias, de tus valores, de tu pasado, que forman una lente concreta y única a través de la cual interpretas el mundo.

Esta lente es el contexto, pero el tuyo particular; las circunstancias específicas que han hecho que pienses, actúes y entiendas el mundo de una manera concreta.

Tu cultura, tu familia, la época y lugar en el que naciste, pero también cómo aprendiste, o el material en el que te apoyas para interpretar y entender las situaciones, los eventos, las experiencias que te ocurren.

Como nadie tiene tu contexto, no existen dos lentes iguales, así que nadie verá nunca el mundo como lo ves tú.

Porque es la combinación única de todo esto lo que hace que tú veas oportunidades donde quizá otra persona nunca las vería, que interpretes un conjunto de datos de manera única.

Nuestro contexto es lo que nos diferencia a unas de otras y a su vez lo que nos diferencia de los algoritmos; nuestra manera particular de interpretar la información y convertirla en otra cosa.

Como Trabajadoras del Conocimiento (personas que, básicamente, nos ganamos la vida con nuestra cabeza), necesitamos saber apoyarnos en ella para hacer nuestro Mejor Trabajo✨.

Cuando hace unos meses escribí sobre esto, enumeraba algunas de las maneras de usar tu perspectiva única para Crear cosas distintas:

Apoyarte en tus gustos y experiencias. Asegurarte de tener siempre material en cantidad y diversidad suficiente del que tirar. Olvidar el concepto de ennicharte y amplíar el foco; seguir tu curiosidad y meterte en todas las madrigueras de conejo posibles, porque todo eso son ingredientes en futuros platos.

✦ Una vez tienes suficiente material en el que apoyarte, escuchar lo que resuena. Preguntarte qué tiene de especial o diferente aquello que ha llamado tu atención.

Hacerte preguntas que abran caminos en vez de cerrarlos:

🔸 Qué te sorprende o contradice algo que ya sabes.

🔸 Qué te ayuda a interpretar una experiencia pasada.

🔸 Qué completa (o quiebra) un modelo mental que ya hubieras construido.

Entrenar tu intuición. Esa sensación en tu estómago que te indica que algo es interesante es una de las habilidades más esencialmente humana que tenemos; cuando seguimos nuestro instinto, estamos cerrándonos a caminos paralelos y eligiendo aquel que más llama nuestra atención. En ese proceso de reducir la información a su más pura expresión, estamos creando nuevas conexiones de ideas, llegando a conclusiones únicas.

✍️ Escribir es pensar

Todos estos ejercicios son procesos mentales que una máquina jamás será capaz de hacer, porque se basa principalmente en la predicción, en combinar aquellos datos con los que se le ha alimentado para dar con el output más probablemente correcto.

Si, escribe por tí. Es capaz de razonar, de unir puntos y explicarlos.

Pero se nos olvida que escribir no es sólo el proceso de trasladar a una representación gráfica nuestros pensamientos.

Escribir es pensar.

Es en el acto mismo de escritura cuando nos enfrentamos a nuestras ideas y nos permitimos explorarlas y desarrollarlas.

Es cuando escribimos cuando nos obligamos a crear nuevas conexiones, cuando llegamos a nuevos e inesperados descubrimientos.

Puedes delegar a una máquina el acto de transcribir tus pensamientos, pero no puedes delegar el proceso mental por el que pasas hasta llegar a ellos.

Comparte esto en Twitter✨

Es en ese momento cuando surgen los insights, cuando emerge el material que te hará diferenciarte del resto de personas dándole al botón de “generar”.

Porque el resultado de esa transformación de tu cabeza al papel nunca será el mismo para tí que para mí, porque nadie interpreta la información de la misma manera, ni se apoya en el mismo material de conexión.

Nadie tiene tu mismo contexto.

Igual que una misma semilla se convierte en algo distinto dependiendo del suelo donde sea plantada y de los cuidados que le dé cada persona, una misma información pasada por mi filtro dará lugar a conexiones mentales diferentes que las que pueda generar en tu cabeza.

Porque el conjunto de tu pasado, tus experiencias o tus valores nunca será igual que el mío.

✨ Contexto > Contenido

Si algo ha dejado claro la locura de estos últimos días, es que el Contenido ya no es el rey.

Ahora más que nunca, no vale con generarlo, con ser una persona más llenando el vacío sin importar con qué.

En un futuro en el que el contenido va a salir a chorros de una manguera en automático, las personas que tienen más probabilidades de hacer oír su voz en medio del ruido serán aquellas que controlen la boquilla; las que sean capaces de aportar al mundo su interpretación particular de esa información, el resultado único de sus procesos mentales.

En un futuro en el que el contenido va a salir a chorros de una manguera en automático, las personas que tienen más probabilidades de hacer oír su voz en medio del ruido serán aquellas que controlen la boquilla

Comparte esto en Twitter ✨

Y, por qué no decirlo, en un futuro que tiene pinta de estar más dominado por La Corriente que nunca, la manera de no ahogarse también tendrá mucho que ver con el acto de compartir.

De exponer tus ideas para que lleguen a más gente.

Y compartir ≠ publicar sin más.

Compartir es socializar el resultado de esos procesos mentales con el mundo. No buscando el alcance, sino la profundidad.

Dejar que tus ideas lleven a otros a nuevas conclusiones y descubrimientos, crear conexiones humanas, que nunca podrán ser reproducidas por un chatbot.

Ahora más que nunca, Crear con mayúsculas no será poner una cosa más en internet, sino aportar al mundo el resultado de lo irreproducible por una máquina; del proceso por el que pasas hasta llegar a algo nuevo.

Exponerlo para que llegue a más gente y que aquellas personas con las que de verdad resuene te lo devuelvan mejorado.

El futuro de la comunicación en internet no será cuestión de generar contenido, sino de usar tu contexto para Crear algo único.

FOOTNOTES

Gracias por leer!

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