El arte de Cumplir
Yes, la semana pasada I didn’t do the thing.
Si la hubiera hecho, lo habría retomado justo donde dejé la anterior, más o menos aquí:
No es tanto hacer menos, como combinar bien una serie de elementos para conseguir que, todo aquello que hagas hoy —en la dosis que sea— esté alineado con dónde quieres estar mañana.
Esta combinación es difícil as f*ck, por cierto. Pero de lo que creo que hace falta para eso ya hablo otro día.
Voy a hacer lo cuasi-imposible* por tener, antes del 1 de junio, un video publicado en el que enseño de manera práctica como hice yo todo ese proceso de “re-alineamiento” con mi Visión y Objetivos del que hablaba en la edición anterior.
*Quiero ser una creadora prolífica y cumplir con lo que me propongo pero a la vez la vida (y el trabajo-que-da-retorno-económico-inmediato) va primero y tengo things✨ estos días.
Pero no quita que hoy no pueda hablar de eso, de cumplir.
La parte que, en realidad, lo guía todo. Los fundamentos, lo que va antes de hacer todo esto de manera práctica.
El arte de cumplir
Hay una palabra en inglés de esas que molan por todas las implicaciones que tiene y de la que no he encontrado una traducción en español que me convenza.
Follow Through.
La traducción literal sería «seguir adelante», pero las implicaciones van más allá. To follow through no es solamente seguir adelante; tiene un halo de reto, de dificultad.
Implica no sólo seguir adelante, sino continuar hasta el final, hasta completar algo. Cumplir.
A pesar de que «cumplir» es una habilidad de las que ahora mismo se calificaría como “blanda”, para mi es de las que requieren arrestos.
Necesitas arrojo para hacer de tus intenciones una realidad (porque esto es, en el core, cumplir)
Cuando hablaba de esa combinación difícil, me refería a los elementos que se interrelacionan para hacernos capaces de cumplir con lo que decimos que vamos a hacer.
Después de haberle dado muchas vueltas, para mi son principalmente 3 (aunque verás que ninguno de los 3 existe sin un 4º).
Que se ramifican, se subdividen, que tendrán más o menos implicaciones o significado dependiendo del caso, pero que ayudan a vertebrar o empezar a entender de qué se compone este —voy a usar esta palabra, porque para mi lo es— arte.
🔦 Foco
Dónde aplicas esfuerzo es más importante que el esfuerzo aplicado.
Cumplir, terminar, comprometerte con algo no es sólo dedicarle a algo tu energía, es concentrar toda esa energía en un único punto, en un único objetivo.
El foco es lo que mantiene tu cabeza en el terreno de juego.
Cuando lo tienes y lo domas, todos tus esfuerzos se dirigen a una sola línea de actuación, a resolver cómo terminar lo que has empezado.
🔌 Disciplina
Te confieso que «disciplina» es de esas palabras que asocio irremediablemente a un mood de épica, rigidez y voluntad férrea, duchas frías a las 5 de la mañana y «no pain, no gain» que (con perdón de los estoicos) me aburre.
Pero aquí hablo de ella como responsabilidad personal, más allá de refuerzos externos o reglas estrictas.
Tener disciplina implica ser capaz de canalizar nuestra energía en acciones constructivas y con propósito.
Es el sistema de riendas que tenemos para controlarnos a nosotras mismas, para ser capaces de regular nuestros pensamientos, emociones y acciones y dirigirlos no a aquello que nos llama la atención, que nos tira de lo más primario, sino hacia el fin último.
Uno con menos retorno inmediato, pero mucho más importante.
Sin esta habilidad, no seríamos capaces de ejercer nuestros esfuerzos en ese único objetivo; toda esa energía se diluiría en outcomes sin sentido.
🦾 Coraje
Lo complicado de los Proyectos u Objetivos Importantes (esos en los que más nos auto-saboteamos) es que no suelen ser sencillos de completar.
No llegamos a ellos con un sprint; la mayoría son auténticos maratones.
Igual que los corredores de fondo, necesitas un corazón fuerte para aguantar ese ritmo constante y no parar y abandonar la carrera antes de llegar a la meta.
El coraje es lo que te permite seguir haciendo algo durante largos periodos de tiempo, la tenacidad de mantenerse en el rumbo incluso cuando encuentras obstáculos.
Porque cumplir es tener la fortaleza de corazón para seguir empujando a pesar de las piedras en el zapato, los tropezones y los calambres.
Estas 3 habilidades se interrelacionan; no podemos realmente seguir adelante sin una de las tres.
Necesitamos Foco para centrar nuestros esfuerzos en La (o las) Cosas adecuadas, Disciplina para canalizar lo que hacemos en acciones conscientes y con significado y Coraje para empujar hasta el final.
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Porque no basta con empezar; tienes que seguir haciéndolo hasta que lo termines.
⚓️ Por Qué
Ahora, hasta que lo termines asusta.
¿Quiero realmente darle a esto todo lo que tengo?
¿Quiero realmente dedicar toda mi energía a estos objetivos durante los próximos años?
Y aquí es donde entra lo más importante de todo, donde yo creo que “nos perdemos” una y otra vez.
En La Intención.
Y la escribo con sus buenas mayúsculas porque en realidad es la constante.
La constante a la que yo vuelvo cuando intento trasladar aquí todas las fuerzas y componentes que interactúan entre si en ese proceso complejo que es «Cumplir».
Pero Intención también es, sencillamente, a lo que vuelves.
Por Qué haces lo que haces.
Hacer las cosas con Intención es empezar con el fin en mente.
Correr la maratón teniendo claro el horizonte al que te diriges.
Sin una intención que te informe de la dirección, no sabrás dónde tienes que poner el foco.
Y cuando estás realmente enfocada en esa visión de la meta, la disciplina se va construyendo por si misma, porque crece tu habilidad para saber qué es lo que te lleva ahí e ignorar todo lo que no.
Y esa capacidad te da la fuerza interior, el coraje para mantenerte firme en esa ruta a pesar de los obstáculos.
🧭 Todo a la vez (en todas partes)
Todo este stack de habilidades tiene mucho que ver con nuestra propia capacidad para ver más allá del presente.
Ser capaces de elevarnos unos metros sobre el terreno del día a día para poder ver el bosque.
Y hacerlo solamente para que —al volver a bajar a la tierra— podamos seguir centrándonos en lo que tenemos delante.
Y esto no es algo a lo que estemos acostumbradas, o que nos enseñen.
Supone cambiar el foco a voluntad y sin perdernos por el camino.
Pero no el foco como sinónimo de punto de fuga único, sino el foco que —como la lente de una cámara— ajusta nuestra perspectiva para capturar mayor o menor superficie de imagen.
Necesitamos reducir el foco, estrechar la perspectiva, para que nuestra atención se dirija en exclusiva a un sólo punto, eliminando distracciones.
A la vez, sólo ampliando nuestros horizontes, aumentando el campo de visión, podremos ver todo el contexto; recordarnos en qué camino estamos y hacia dónde (y por qué) íbamos.
Yo soy consciente de la importancia que tiene en mi vida no perder de vista con demasiada frecuencia el fin, el Por Qué.
Pero a la vez necesito tener los pies en el suelo e imponerme a mi misma “raíles” para no perseguir todos los objetos brillantes que me encuentre.
Por eso tengo un dashboard en Notion que me sirve para verlo todo a la vez; poner todas las cosas encima de la mesa, observar la realidad y a la vez permitirme a mi misma abrirme a otras posibilidades si así es como lo siento.
No es una página muy compleja, no tiene por qué serlo.
Eso si, está específicamente diseñada para controlar, de un vistazo, todos los horizontes de enfoque que necesito para poder hacer una revisión y un análisis desde lo más general (el Por Qué) a lo más concreto (lo que hago día a día).
Hacer las cosas con intención de manera consistente, siendo capaz de ignorar las distracciones, seguir a pesar de los obstáculos (técnicos, pero también emocionales) y, a la vez, tener la suficiente amplitud de miras como para no perder de vista durante demasiado tiempo lo que hay más allá.
Eso es lo que es difícil as fck*.
Cuando lo consigues, se dice que estás alineada.
Yo no sé si es un estado permanente al que llegas o en realidad la búsqueda de esa alineación forma parte de un juego infinito en el que dominar la cadencia es lo más importante.
Saber cuando necesitamos tener los pies en la tierra y cuando es el momento de elevarnos unos metros por encima del nivel del suelo. Y encontrar nuestra armonía en este fluir.
✶ ✶ ✶
No uso este dashboard diariamente, pero vuelvo a él cuando siento que necesito ayuda en este baile de contrapesos; recordarme a dónde voy, forzarme a evaluar mi plan y mis elecciones y aportarme la consciencia necesaria para re-dirigir mi energía a lo que importa.
En el proceso me hago muchas preguntas y muchas veces son las mismas respuestas las que impulsan los siguientes pasos.
Y (aunque esto es algo que todavía estoy aprendiendo) a veces me permito re-calibrar, cambiar ligeramente la dirección y seguir otros impulsos, porque sigo teniendo el mapa.
Cómo uso esta página, de una manera más práctica que lo que he contado aquí hoy, es lo que se queda para la edición acompañada de video, idealmente la de dentro de un par de semanas.
(buen momento para suscribirte al canal de Youtube 😉)
PD: Si te fijas, uno de los Proyectos (real) en esa página es “Ampliación LDK para re-lanzamiento”.
El LDK es el Life Design Kit, el curso donde guío paso a paso en el proceso de encontrar tu Visión (eso incluye, entre otras cosas, tus Por Qué), encontrarte a ti misma por el camino y saber cómo contarte al mundo aterrizando esa visión en Metas y Objetivos.
La “ampliación” implica, entre otras cosas, aprender a diseñar tu propia página de Alignment/Brújula Vital o como quieras llamarla.
Si eres alumno/a, no tienes que hacer nada (sólo es para que lo sepas 😊).
Si no lo eres y te interesa, puedes suscribirte aquí para enterarte cuando llegue el momento del re-lanzamiento 😉
:: ACTUALIZACIÓN ::
Todo esto forma parte ahora del System Design Kit, un programa completo para aprender a disear tus propios sistemas y entornos de trabajo y pensamiento alineados contigo ✨
Gracias por leer!
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